El ayer y hoy del Titán del Morro: Francisco Bolognesi
La casa en la que nació el héroe es punto de reunión de sus descendientes. Orgullo empapa a tataranietos del defensor de Arica y de su hermano
LUIS SILVA NOLE
Las amenazas e insultos que en el primer artículo se traslucen, invocando para todo el nombre de la oficialidad que tanto conozco, no las temo y las desprecio. Si el articulista es un enemigo encubierto, que se arranque la careta y diga (como los franceses) a la guerra como a la guerra, y nos entenderemos.
Lima, 7 abril de 1862
Francisco Bolognesi
Frontal. Sin titubeos. Valiente. Seguro de sus principios. Las líneas que preceden este párrafo son las últimas de un artículo firmado por el insigne coronel en El Comercio, y revelan un carácter firme. En el texto, el patrono del Ejército Peruano salió en defensa del Cuerpo de Artillería, en medio de una polémica periodística surgida tras la compra de 54 cañones que él hiciera en Europa por encargo del entonces presidente Ramón Castilla.
Dieciocho años después de aquella publicación, Francisco Bolognesi Cervantes se impregnaría de gloria en el Morro de Arica junto a sus valerosos oficiales y soldados de tropa, quienes, sabedores de la superioridad en número y armamento del enemigo chileno, decidieron batirse en defensa de la plaza.
Sesenta y tres años tenía el héroe nacional cuando entregó su vida por el honor y la patria, y demostró por última vez su fuerza de carácter. Hoy su tataranieto Luis Bolognesi Adrianzén tiene 72 años. Pisa el zaguán de la casona de corte colonial donde el 4 de noviembre de 1816 nació el Titán de Arica, en el 125 del Jr. Caylloma, en el Centro Histórico de Lima, y se pone sentimental.
La casa es desde 1975 el Museo de los Combatientes del Morro de Arica. Un cañón Voruz de 4 toneladas de peso, usado por los peruanos en el morro, recibe a los visitantes. La casona posee 12 salas con pinturas, documentos, vajilla, indumentaria militar y fotos del coronel y su amplia familia. Algunos ambientes están dedicados a otros héroes de la épica jornada del 7 de junio de 1880, como Alfonso Ugarte, José Joaquín Inclán, Roque Sáenz Peña (argentino que peleó por el Perú), entre otros bravos patriotas.
“Las veces que vengo a esta casa me da la impresión de que al fondo está doña Josefa [de la Fuente Rivero, esposa del héroe y arequipeña] con un rico almuerzo, porque tengo entendido que don Francisco era de buen comer. Entrar me produce sentimientos encontrados”, dice Luis.
“Llevar el apellido Bolognesi nos obliga a nunca mezclarlo con corrupción”, subraya don Luis, administrador de empresas jubilado, biznieto de Enrique Bolognesi Medrano, quien fuera hijo de Francisco y la camaneja Manuela Medrano Silva –segundo compromiso del coronel–, y que muriera por heridas recibidas el 15 de enero de 1881 en la Batalla de San Juan, en la defensa de Lima.
Lo acompaña Alejandro Morales Bolognesi (33), gerente de una empresa de carga aérea internacional y tataranieto de Mariano Bolognesi Cervantes, hermano del héroe y quien también peleó en la guerra.
“Es un orgullo llevar el apellido Bolognesi. Me emociona profundamente ver y oír a escolares cantar el Himno Nacional en la sala Epopeya de esta casona, que es cuidada con mucho cariño y debería ser parte del circuito turístico de Prom-Perú”, refiere Alejandro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario