sábado, 26 de marzo de 2011

El informe auditorial sobre la gestión de Luis Castañeda Lossio

El informe auditorial sobre la gestión de Luis Castañeda Lossio

Cono­cido el informe, la reac­ción de Cas­ta­ñeda fue la de ata­car a Susana Villarán.


Luis Cas­ta­ñeda Los­sio, ex alcalde de Lima, actual can­di­dato presidencial


Nunca en su larga carrera polí­tica la insul­ta­ron tanto. Le han dicho de todo. Cas­ta­ñeda y sus sabue­sos no han esca­ti­mado esfuer­zos a la hora de til­dar a la alcal­desa limeña de irres­pon­sa­ble, men­ti­rosa, ren­co­rosa, imper­ti­nente, igno­rante. Pero de todo lo dicho, el adje­tivo que más impacto mediá­tico tiene es el de empleada de Toledo. Y todo eso se lo han dicho cas­ta­ñe­dis­tas, apris­tas, fuji­mo­ris­tas, y otros más. Al pare­cer aquel viejo refrán que dice hoy por ti, mañana por mí, logra unir a perro, peri­cote y gato, aun­que en este caso, es impo­si­ble saber quié­nes son los peri­co­tes, o quizá peri­co­tes sean todos, razo­nes exis­ten para pre­su­mir ello, o me equivoco.

¿Pero cuál ha sido el pecado de Susana Villa­rán? ¿Cuál ha sido la con­ducta repro­cha­ble en la que ha incu­rrido nues­tra alcal­desa? ¿Qué acto irre­gu­lar ha come­tido doña Susana? La res­puesta es muy sim­ple. Doña Susana, a dife­ren­cia de nues­tros polí­ti­cos tra­di­cio­na­les, den­tro de los cua­les desde ya incluyo a Cas­ta­ñeda, deci­dió hon­rar su pala­bra, cum­plir con una pro­puesta de cam­paña expuesta en los meses pasa­dos, y lle­var ade­lante una audi­to­ria sobre la ges­tión de su ante­ce­sor, el actual can­di­dato a la pre­si­den­cia Luis Cas­ta­ñeda Los­sio. En otras pala­bras, la alcal­desa hizo lo que todo fun­cio­na­rio público debe­ría de hacer al asu­mir un cargo, es decir, infor­mar a la ciu­da­da­nía sobre la situa­ción y el desem­peño de la ges­tión ante­rior. Esta es una sana prác­tica que se da o debe­ría darse tanto en el sec­tor público como pri­vado. Esto es lo que hacen los geren­tes de una empresa o los fun­cio­na­rios de alto rango del Estado. Esta es una prác­tica acon­se­ja­ble, y desde mi punto de vista obli­ga­to­ria, pues per­mite iden­ti­fi­car la comi­sión de posi­bles actos irre­gu­la­res, dando lugar a las inves­ti­ga­cio­nes que corres­pon­dan, a fin de san­cio­nar de manera ejem­plar a quién haya incu­rrido en la comi­sión de deli­tos o fal­tas administrativas.

En ese sen­tido, no enten­de­mos la reac­ción de Cas­ta­ñeda y com­pa­ñía, no la enten­de­mos, pues el ex alcalde debe­ría ser la per­sona más intere­sada en que se fis­ca­lice su ges­tión a tra­vés de una audi­to­ria de este tipo. Digo ello, ya que si las pala­bras de Cas­ta­ñeda se ajus­tan a la ver­dad, luego de leer el informe empiezo a creer que la pala­bra de Cas­ta­ñeda es tan con­fia­ble como la del Par­tido Aprista cuando de lucha con­tra la corrup­ción se refiere, él no tiene nada de qué temer, si su ges­tión ha sido tan trans­pa­rente y efi­ciente como se esfuerza en hacer­nos creer, luego de la pre­sen­ta­ción del informe él sal­dría for­ta­le­cido, él sería el único vencedor.

El pro­blema es que el informe ha puesto en evi­den­cia el con­junto de irre­gu­la­ri­da­des que fue­ron denun­cia­das por los medios de comu­ni­ca­ción durante la ges­tión del ex alcalde, denun­cias, que dicho sea de paso Cas­ta­ñeda nunca quiso res­pon­der, quizá enva­len­to­nado por ese casi 80% de apro­ba­ción que reci­bía en las encues­tas, por­cen­taje que el día de hoy parece haberse rever­tido dra­má­ti­ca­mente. Tal y como ha suce­dido antes, la sober­bia le está pasando fac­tura al ex alcalde, Cas­ta­ñeda parece haberse equi­vo­cado de medio a medio, creyó que a la ciu­da­da­nía, sobre todo a los lime­ños, solo les impor­taba ver a su ciu­dad ence­men­tada, las dudas, las irre­gu­la­ri­da­des, las denun­cias, no mere­cían su aten­ción, total lo impor­tante es hacer obra, cuán­tas veces hemos escu­chado esa indig­nante frase: pica, pero hace obra.

Pero qué es lo que dice exac­ta­mente el informe. Para los que no han tenido opor­tu­ni­dad de leerlo por com­pleto, o ni siquiera han escu­chado sobre la exis­ten­cia del mismo, les haré un breve pero sus­tan­cioso resu­men. Se señala que durante la ges­tión muni­ci­pal ante­rior, el señor Cas­ta­ñeda abdicó de sus res­pon­sa­bi­li­da­des como auto­ri­dad máxima de la ciu­dad, deci­diendo entre­gar a enti­da­des inter­na­cio­na­les la admi­nis­tra­ción de casi el 50% del pre­su­puesto de inver­sio­nes del muni­ci­pio. ¿A quién le entregó dicha admi­nis­tra­ción? Espe­cí­fi­ca­mente a la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal de Migra­cio­nes (OIM). Siendo ello así, no es nece­sa­rio con­tar con nive­les extra­or­di­na­rios de astu­cia o inte­li­gen­cia para hacer­nos una muy sim­ple pre­gunta ¿Qué sabe la OIM de inver­sio­nes muni­ci­pa­les o de obras de infra­es­truc­tura? Hasta el momento no queda claro el por­qué se tomó esta deci­sión, o si en todo caso, no se pudo con­tar con el apoyo de alguna otra enti­dad espe­cia­li­zada en estos temas, la cual, a par­tir de un tra­bajo minu­cioso le ase­gura a la comuna limeña, y por ende a todos los que habi­ta­mos en Lima, mayo­res índi­ces de efi­cien­cia y trans­pa­ren­cia en el manejo de los fon­dos públicos.

Pero lo real­mente preo­cu­pante es lo que viene a con­ti­nua­ción. ¿Para qué se uti­liza este meca­nismo? Muy sim­ple. Cuando las ins­ti­tu­cio­nes recu­rren a la OIM para lle­var a cabo obras de infra­es­truc­tura dichos pro­ce­di­mien­tos que­dan fuera del ámbito de con­trol y fis­ca­li­za­ción de otros órga­nos del Estado como la Con­tra­lo­ría gene­ral de la Repú­blica. Eso quiere decir que el 48% del pre­su­puesto de inver­sión muni­ci­pal, por­cen­taje que equi­vale a un total de S./1211 millo­nes de soles, eje­cu­tado en 178 obras a cargo de la OIM, no ha sido some­tido a fis­ca­li­za­ción o con­trol alguno, hecho que sin lugar a dudas genera nume­ro­sas dudas en torno a la rigu­ro­si­dad y hones­ti­dad con la cual se mane­jaba el dinero de los lime­ños durante la ges­tión del ex alcalde. Estas dudas se acre­cien­tan si toma­mos en cuenta que todos los fun­cio­na­rios de la OIM asig­na­dos a la muni­ci­pa­li­dad metro­po­li­tana renun­cia­ron al mismo tiempo el día que se les requi­rió para ren­dir infor­ma­ción sobre las cuen­tas, las obras, y el manejo finan­ciero de los recur­sos. Qué coin­ci­den­cia no, todos renun­cia­ron al mismo tiempo. Esta situa­ción ha lle­vado a doña Susana a decla­rar, afir­ma­cio­nes que sus­cribo en su tota­li­dad, que durante la ges­tión de Cas­ta­ñeda la OIM fue una ser­vice uti­li­zada para ter­ce­ri­zar ser­vi­cios y el muni­ci­pio una mesa de par­tes que solo apa­re­cía para la foto, justo el día en que se inau­gu­raba o se daba inicio a la cons­truc­ción de una que otra obrita.

Queda claro enton­ces que durante la ges­tión de Cas­ta­ñeda, mediante la uti­li­za­ción de la OIM, el muni­ci­pio capi­ta­lino le cedió de facto a esta ins­ti­tu­ción una serie de com­pe­ten­cias y atri­bu­cio­nes, ade­más de evi­tar la trans­pa­ren­cia, al hacer impo­si­ble cual­quier pro­ceso de con­trol sobre las obras. Pero ahora hagá­mo­nos otra pre­gunta ¿Cuánto le costó a la ciu­dad la “efi­ciente” labor de la OIM? Esta es una pre­gunta válida desde todo punto de vista, ya que nadie creerá que la OIM presta sus ser­vi­cios de manera gra­tuita. Bueno, de acuerdo a los regis­tros ofi­cia­les y a los datos ana­li­za­dos, la comuna limeña le pagó S. / 42 millo­nes de soles por comi­sión, ade­más de otros S. / 6 millo­nes aún pen­dien­tes por eje­cu­ción. Es impor­tante seña­lar que a la fecha, según los datos del informe, sólo se han pagado S. / 27 millo­nes. Siendo estas las cifras per­mí­tanme pre­gun­tar lo siguiente ¿No resul­taba más efi­ciente el inver­tir estos casi S. / 40 millo­nes de soles en el for­ta­le­ci­miento ins­ti­tu­cio­nal de la muni­ci­pa­li­dad? Claro que sí, ese dinero, tal y como lo seña­lan los espe­cia­lis­tas en ges­tión pública, pudo haber sido inver­tido en desa­rro­llar o for­ta­le­cer la capa­ci­dad de ges­tión, eje­cu­ción, con­trol y fis­ca­li­za­ción de pro­yec­tos y obras de infra­es­truc­tura por parte de los pro­pios fun­cio­na­rios de la muni­ci­pa­li­dad, pudiendo incluso, con­tar con el apoyo o coor­di­nando accio­nes con la Con­tra­lo­ría Gene­ral de la Repú­blica, a fin de garan­ti­zar efi­cien­cia en la ges­tión y trans­pa­ren­cia en el manejo de los fon­dos públicos.

Pero por un momento olvi­de­mos todo eso, deje­mos de lado el pro­blema de la falta de con­trol, de fis­ca­li­za­ción sobre las obras, ima­gi­ne­mos que las obras se eje­cu­ta­ron con abso­luta trans­pa­ren­cia, olvi­de­mos tam­bién los S. / 42 millo­nes de soles que los lime­ños le paga­mos a la OIM por sus ser­vi­cios. Olvi­dé­mo­nos de todo lo malo y hagá­mo­nos una última pre­gunta ¿Cuán efi­ciente ha sido la par­ti­ci­pa­ción de la OIM en la eje­cu­ción del pre­su­puesto muni­ci­pal? Luego de leer el informe la res­puesta es con­tun­dente: la ges­tión de la OIM, por ende de la muni­ci­pa­li­dad, durante el periodo del señor Cas­ta­ñeda (2003–2010) ha sido más que medio­cre. Vea­mos a con­ti­nua­ción algu­nos datos que pue­den ayu­dar a com­pren­der de mejor manera la afir­ma­ción hecha.

En el caso del tan pro­mo­cio­nado Metro­po­li­tano, el informe dio a cono­cer que el pre­su­puesto para esta obra pasó de S. / 400 millo­nes a S. / 1000 millo­nes de soles, a pesar que el tramo cons­truido es 8 kiló­me­tros menos al que consta en el pro­yecto, debiendo recor­dar que la obra fue inau­gu­rada muchí­simo tiempo des­pués a la fecha que se esti­puló como límite máximo para la entrega de la misma, basta con recor­dar los con­ti­nuos retra­sos. Ade­más se supo que aún se requiere la inver­sión de S. / 60 millo­nes de soles para sub­sa­nar una serie de fallas deja­das por la ges­tión de Cas­ta­ñeda. Tene­mos tam­bién el caso del Tea­tro Muni­ci­pal, cuyo pre­su­puesto se incre­mentó de S. / 42 millo­nes a S. / 67 millo­nes, sin con­tar de por medio con nin­gún tipo de expli­ca­ción en torno al por­qué de este incre­mento. Cabe pre­ci­sar que dado el estado de esta obra, la ges­tión actual deberá adi­cio­nar a lo pro­yec­tado S. / 8 millo­nes más. A ello, le pode­mos sumar dos obras que estando incom­ple­tas, fue­ron inau­gu­ra­das y dadas por ter­mi­na­das por la ges­tión de Cas­ta­ñeda, nos esta­mos refi­riendo a la ave­nida Sal­va­dor Allende (Lima Sur) y el com­plejo depor­tivo Pedro Hui­llca (El Agus­tino), que le costó a Lima la suma de S. / 800 mil soles y fue entre­gado pese al estado irre­gu­lar de la obra. Creo, que estos datos son sufi­cien­tes para cali­fi­car la labor de la OIM, ins­ti­tu­ción ele­gida por Cas­ta­ñeda para eje­cu­tar S./1211 millo­nes de soles, como inefi­ciente, no solo por su falta de trans­pa­ren­cia, por el sobre­costo pre­sente en muchas de las obras a su cargo, sino tam­bién por la demora en la eje­cu­ción y entrega de las mismas.

Cono­cido el informe, cuál fue la reac­ción de Cas­ta­ñeda, como era de espe­rarse, teniendo en cuenta sus carac­te­rís­ti­cas per­so­na­les, su reco­no­cida falta de aper­tura y tole­ran­cia demo­crá­tica para res­pon­der a las pre­gun­tas que el perio­dismo y la ciu­da­da­nía en gene­ral, con legí­timo dere­cho le hace, más aún teniendo en cuenta su con­di­ción de can­di­dato a la Pre­si­den­cia de la Repú­blica, en lugar de acla­rar o tra­tar de des­pe­jar las dudas en torno a las irre­gu­la­ri­da­des y crí­ti­cas plan­tea­das, no ha hecho sino ata­car a Susana Villa­rán, til­dán­dola, como seña­lá­ra­mos en párra­fos ante­rio­res de empe­lada del tole­dismo. Una vez más, Cas­ta­ñeda elude, rehúye, se corre, evita hacer frente a quie­nes cues­tiona su ges­tión basán­dose en datos obje­ti­vos y veri­fi­ca­bles, y pre­fiere ata­car al men­sa­jero, al puro estilo de los poli­ti­cas­tros perua­nos que han hecho del agra­vio y la men­tira el sino del queha­cer polí­tico nacio­nal durante tan­tos años.

Sobre lo dicho por Cas­ta­ñeda y la corte de adu­lo­nes que lo rodean, con Marco Parra a la cabeza de este ridículo gru­pete, sim­ple­mente recor­daré que la audi­to­ría fue una pro­puesta de cam­paña ofre­cida por Susana Villa­rán mucho antes de ser ele­gida, en el tiempo en el cual no lle­gaba ni al 5% de inten­ción de voto, con lo cual la tesis bajo la cual la alcal­desa es una ope­ra­dora del tole­dismo resulta ser abso­lu­ta­mente absurda, más si se tiene en cuenta que fue ella quien hace algu­nos meses le dijo no a la posi­ble alianza entre el par­tido de Toledo y su par­tido Fuerza Social. Tam­bién se ha dicho, que el momento para hacer público el informe ha sido inopor­tuno, que este tipo de infor­ma­ción debió emi­tirse más ade­lante. Claro, la idea es cubrirle las espal­das a los pode­ro­sos, no fis­ca­li­zar para no ganarse enemi­gos entre los polí­ti­cos de siem­pre, bajo la idea que la ver­dad no debe ser cono­cida, y si lo es debe serlo en el momento en el que esta resulte menos incó­moda, como si el saber y cono­cer la ver­dad sobre una ges­tión más que dis­cu­ti­ble tuviese un tiempo determinado.

Ter­mino con una refle­xión, no sé uste­des, pero para mí la frase roba pero hace obra, me parece fran­ca­mente deplo­ra­ble, pues denota la pobreza moral y la cri­sis ética de nues­tra ciu­da­da­nía. Espe­re­mos que las irre­gu­la­ri­da­des se inves­ti­guen exhaus­ti­va­mente y que al final del día se logren des­pe­jar todas las dudas. Por el bien de nues­tra ciu­dad y del país, deseo que Cas­ta­ñeda sea inocente de todo acto de corrup­ción, a nadie le gusta reco­no­cer que quien gobernó la ciu­dad durante dos perio­dos lo hizo de manera ile­gal o des­ho­nesta. Ello sin embargo, no quiere decir que mi opi­nión sobre su ges­tión sea posi­tiva, para mi la ges­tión muni­ci­pal de Cas­ta­ñeda ha sido inefi­ciente, poco trans­pa­rente y medio­cre en cuanto a la con­so­li­da­ción de valo­res demo­crá­ti­cos, por esas razo­nes me es impo­si­ble siquiera ima­gi­nar verlo sen­tado en Pala­cio de Gobierno, me ate­rra la idea que el 48% del pre­su­puesto nacio­nal pueda ser eje­cu­tado a tra­vés de ins­ti­tu­cio­nes como la OIM, por ejemplo.

Rafael Rodrí­guez Campos

Autor del blog www.agoraabierta.blogspot.com

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